Oficio del prefecto de Cadereyta al gobernador del Estado informándole de loa actos de celebración del grito de Independencia. Cadereyta, 19 de septiembre de 1831.[1]

Localización y transcripción: Dr. Juan Ricardo Jiménez Gómez.

 

Excelentísimo Señor.

Con el objeto de celebrar el glorioso grito dado en 16 de septiembre de 810 en el pueblo de Dolores hoy villa de Hidalgo, por los primeros héroes de la patria, se reunió la junta patriótica a fin de disponer la función y ecsequias que previene el decreto de la materia, y aunque la estrechez de tiempo no permitió hacer todo lo que se hubiera podido emprender con algunos más días de término, la buena disposición de estos honrados  vecinos, y la franqueza con que contribuyeron para los gastos causados, dan una prueba manifiesta de su patriotismo y de sus virtudes cívicas: el señor cura y demás eclesiásticos se prestaron  con la más fina voluntad ofreciendo no sólo desempeñar lo perteneciente a su ministerio sin estipendio alguno, sino además contribuyendo como uno de tantos para cuanto fuese necesario. De aquí es que el 15 a las oraciones de la noche se hizo una ligera reseña a vuelta de esquila iluminándose las calles, frontispicios de las casas, torre de la parroquia y Casas consistoriales, la sala del ayuntamiento y la antesala que da vista a la calle se adornó con pantallas, candiles, etc. Colocando en el centro un dosel con los bustos de los héroes de la patria, trofeos de guerra y otras decoraciones de mucha vista. Se comenzó a toda orquesta la serenata, y a las 9 de la misma noche se dio el grito diciendo: Viva la religión, viva la Independencia / Mejicana, viva el actual sistema de gobierno y viva la tierna memoria de los héroes Hidalgo y Allen de. Enseguida se hechó un repique a vuelo, y a la media hora salieron por las calles principales clon la música todas las señoras y vecinos manifestando en sus vivas el más puro placer. El 16 por la mañana, con asistencia del cuerpo municipal y bajo sus mazas, los empleados y cuantas personas quisieron, se celebró en la iglesia parroquial la misa de acción de gracias con la solemnidad posible, y concluida ésta se cante un solemne Te Deum, y vuelto a las Casas consistoriales el ayuntamiento, vecinos y los señores eclesiásticos, y ocupado sus asientos, el ciudadano prefecto pronunció un discurso análogo a la celebridad de tan fausto día. El mismo 16 en la noche se hizo un bayle en la casa del ciudadano José Manuel Aguilar con su respectivo ambigú, y con puerta franca para que todos pudieran divertirse a su contento.

El 17 por la mañana, con asistencia del ayuntamiento y vecinos, se hicieron los oficios fúnebres y se cantó la misa de difuntos, concluyendo con los responsos. La pira estaba muy bien puesta, y ni en una ni en otra función quedó nada qué desear.

El público, Excelentísimo Señor, estuvo en una absoluta libertad, y se le manifiesta así a Vuestra Excelencia porque en medio del más grande entusiasmo y concurrencia se admiró el orden y la más completa tranquilidad, y lo hago presente a Vuestra Excelencia para su superior conocimiento.

Dios y Libertad. Cadereyta, septiembre 19 de 1831.

Excelentísimo Señor.

Ramón Lebario.

Excelentísimo Señor gobernador del Estado de Querétaro.

 

[1] Nota: se ha conservado la grafía del original, aunque se modificaron la puntuación y la acentuación.